Informe de Consumer

EROSKI CONSUMER, el diario del consumidor 

Cantabria

*Menús Escolares: analizados, durante dos semanas, los menús diarios de 209 centros educativos en 19 provincias del país, entre ellos, 10 de Cantabria*

      Los menús escolares estudiados en Cantabria suspenden en calidad       nutricional

Siete de los diez centros analizados en la provincia cántabra se quedan en el 'mal' o el 'regular', dos aprueban con un ajustado 'aceptable' y solo uno con un 'bien'. El precio medio diario de los menús estudiados es el más bajo del estudio, 4,3 euros frente a los 5,1 euros del conjunto del informe

En *Cantabria, 10 centros* (nueve de titularidad concertada y uno público) remitieron los datos requeridos: dos menús semanales que incluían primer plato, segundo y postre. La calidad dietética de los menús analizados se valora con un 'mal', la peor nota del estudio muy por debajo de la media ('aceptable'). Además, empeora la valoración lograda en un estudio similar elaborado en 2008 (la calificación fue de un 'aceptable-bien').

A la hora de establecer los *criterios dietéticos*, el equipo de nutricionistas de EROSKI CONSUMER tuvo muy en cuenta las recomendaciones de la 'Guía de comedores escolares' del programa Perseo, capitaneado por el Ministerio de Sanidad. Así, los menús escolares analizados *debían incluir un mínimo de una vez por semana verdura, legumbre y pescado fresco o congelado no precocinado; no repetir más de dos veces en una misma semana la presencia de precocinados y dulces; y ofrecer fruta fresca, como mínimo, un par de veces a la semana*.

Solo tres de los diez centros analizados en Cantabria aprueban el examen nutricional propuesto por EROSKI CONSUMER, uno con un 'bien' y dos con un 'aceptable'. El resto suspendían con un 'regular' (1) o con un 'mal'
(6). Estas malas notas se deben a que esos menús se consideran excesivamente grasientos y energéticos por la abundancia de precocinados y fritos en los segundos platos: lomo empanado, nuggets de pollo, varitas de pescado, merluza romana, croquetas o empanadillas especialmente en 6 centros; a lo que habría que añadir la falta de
verdura (en otros seis colegios) y pescado (en 3). Lo único positivo, en este sentido, es que la empresa de catering encargada de la comida en uno de los centros educativos escolares elabora la mayoría de los platos con alimentos locales propios de la región, y abre un hueco a la presencia de alimentos ecológicos en el menú.

El *precio medio* (4,3 euros por día) de los centros analizados en Cantabria es el más bajo de todo el estudio y se sitúa muy por debajo de la media, 5,1 euros por jornada. En el estudio realizado en 2008 la situación era similar: el precio medio diario de los centros cántabros (4 euros) se encontraba muy por debajo de la media (4,9 euros) y solo los de Granada y Valladolid eran algo más económicos entonces. En tres años esa cantidad ha aumentado un 7% (el IPC acumulado desde noviembre de 2008 hasta mayo de este año ha sido de un 4,7%, según los datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística). En cuatro centros cántabros analizados se ofrecen descuentos y subvenciones a las familias.

Por otra parte, casi todos los centros estudiados en Cantabria se preocupan por atender las necesidades especiales de todos sus alumnos en cuestiones de alimentación. Así, ocho de ellos adecuan sus menús a aquellos niños con problemas de colesterol, alergias, diabéticos, celíacos, obesidad o pequeños que no toman ciertos productos por sus convicciones religiosas (musulmanes) o culturales (vegetarianos). Además, todos facilitan los menús a los padres de los alumnos por
escrito, normalmente con una frecuencia mensual.